Imágenes en movimiento
Habituados al lenguaje de imágenes en movimiento aprendidos a través de medios como el cine y la televisión, el video con su aparición en los años sesenta pareciendo un medio análogo a éstos últimos, marca su diferencia en la manera de capturar y procesar las imágenes, éste lo hace por medio de impulsos eléctricos a una cinta magnética, hoy en día ya digitalizados, aporta nuevas posibilidades de creación, siendo favorable por su portabilidad, facilitando el proceso de edición y ampliando la gama de manipulación de los componentes estructurales del video.
El medio artístico toma y hace del video su aliado, creando una distancia de los formatos convencionales de los medios masivos, aportando sustancia, carácter y una visión crítica hacia los mismos, a su vez tomando sus bases como herramientas para su expansión en la expresión de narrativas propias.
Con el tiempo el video revela nuevas estructuras de lenguaje, realidades alternas, experimenta con diferentes puntos de visión, abre caminos a un nuevo espectador, invitándolo a su participación como a la reflexión. A si mismo indaga sobre su propio poder icónico como también los medios visuales de comunicación principalmente la televisión por su alto contenido de manipulación ideológica con su cómplice la publicidad y su gancho la mercadotecnia.
El manejo en televisión de una supuesta realidad y forma de ver las cosas evidenciado en su desplegado que abarca desde documentales, noticieros con alteración de información hasta el entretenimiento, templando la forma de pensamiento de los televidentes, todo esto nos hace caer en cuenta de la simulación de la realidad que pretende sembrar sobre nuestras mentes.
El poder de las imágenes en la sociedad se debe al contenido ideológico simbólicamente expresado por medio de un lenguaje principalmente iconográfico.
El video se ha extendido a diversos espacios, su uso es una importante herramienta, un ejemplo es en el campo de las ciencias medicas permitiendo visiones antes casi imposibles, la vigilancia con fines de seguridad que han tomado un tinte represivo. Nace un espacio irreal donde todo es posible, la era de la virtualidad con sus pros y contras.
El videojuego actúa como una fácil puerta de salida de impulsos en dimensiones virtuales y se experimentan nuevas formas de ver y ser vistos. El voyerismo y exhibicionismo satisfacen sus impulsos…
El video llega a mediatizarse a través de la televisión con el videoclip y toma elementos artísticos como publicitarios para su aceptación general.
En el medio del arte todo esto lleva a su satirización, crítica y juicio, se toma plena utilidad de expresión con la posibilidad de documentar hechos y acciones en desarrollo y como medio para la interacción como el performance y la video-instalación, llegando a sectores antes fuera del alcance, otorgando al video un gran poder expresivo.